Existen patologías que cursan con trastornos motores funcionales no vinculados a alteraciones del sistema nervioso y, que se manifiestan con síntomas y signos clínicos como pérdida de la movilidad articular, acortamiento muscular, disminución de la elasticidad o distensibilidad muscular, deformidades óseas, articulares, dolor, alteraciones del equilibrio y/o menor fuerza y resistencia muscular que obtienen beneficios significativos con la implementación de un programa de ejercicio terapéutico específico e individualizado acorde a las necesidades del niño y su familia.

Patologías como las que aquí mencionamos pueden presentar uno o varios de estos signos; es importante determinar cuál es el grado del mismo y la repercusión funcional que provoca. Cuando el diagnóstico y el programa de ejercicios terapéuticos es pertinente y eficaz, los resultados terapéuticos son visibles de manera inmediata.